Hallan un vínculo entre el estrés y la obesidad

Los científicos dicen haber encontrado un vínculo entre el estrés y la obesidad, lo cual ofrece una esperanza para el tratamiento de los 1.600 millones de adultos con sobrepeso que hay en todo el mundo.

Con el estrés, el cerebro segrega una hormona que activa un gen de las células grasas, haciendo que éstas crezcan en tamaño y en número, según un estudio publicado en la revista "Nature Medicine". Los científicos comprobaron que las ratas de laboratorio estresadas aumentaban el doble en grasa que otras alimentadas con la misma dieta alta en calorías. Las ratas estresadas no incrementaban su peso cuando le extirpaban el gen o se lo bloqueaban.

La Organización Mundial de la Salud estima que el número de adultos con sobrepeso subirá globalmente a 2.300 millones de personas para 2015, desde 1.600 millones en 2005. Un tercio de los estadounidenses están demasiado gordos y esta situación representa cerca de 10 por ciento de los costos sanitarios en Estados Unidos.

La obesidad, que puede causar complicaciones como la diabetes y las enfermedades cardíacas, está empeorando en todo el mundo, dice la OMS.

"Es un importante hallazgo para la comprensión de cómo la energía puede transformarse en células grasas", manifestó Herbert Herzog, director del programa de neurociencia en el Garvan Institute of Medical Research en Sidney, que participó en la investigación.

La hormona, llamada neuropéptido Y, trabaja como una llave que abre los receptores denominados Y2 en las células grasas del cuerpo y luego les imparte energía, dijo Herzog.

El bloqueo de los receptores detuvo el crecimiento y multiplicación de las células grasas, técnica que debe de funcionar en los seres humanos como lo hace en las ratas, agregó el científico en una entrevista del 28 de junio.

Herzog dijo que el siguiente paso es que los laboratorios desarrollen tratamientos para bloquear los receptores en los seres humanos. Se ha demostrado que algunos compuestos funcionan en laboratorios o en animales, pero ninguno ha sido probado en personas, agregó.

Los investigadores estresaron a las ratas ya sea exponiéndolas al frío o juntándolas con ratas más agresivas, informó Herzog. Otros científicos que participaron en el estudio pertenecen a la Georgetown University, de Washington, y a la Academia Eslovaca de Ciencias, de Bratislava.

Las filas de los obesos han crecido en todo el mundo al incorporar a las dietas alimentos más grasos, cargados de azúcar, y reducir las personas su actividad física en respuesta a las cambiantes pautas laborales y de transporte.

Los médicos y los funcionarios de salud pública deben prepararse para una oleada de adultos jóvenes crónicamente enfermos con males relacionados con el peso, como la diabetes y las cardiopatías, dijeron en un estudio publicado el 27 de junio un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard en Boston.

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