¿Deseas saber si eres un adicto al juego?

Con la proliferación de los casinos y bingos, cada vez es más común conocer a “amantes de la ruleta”. Cómo identificar a un ludópata. Infobae.com habló con los especialistas.

“Todo empezó cuando hace unos años un amigo me invitó a un Bingo. Me gustó como entretenimiento. Empecé a ir solo pero de vez en cuando. Después se volvió totalmente incontrolable: iba a cualquier hora del día, y bastaba pasar casualmente por una sala de juegos para que, sin ningún plan previo, entrara… Perdí mi empresa y me endeudé por el doble de su valor”.

Este es el testimonio de Juan, de 34 años. Lamentablemente, no es el único que, tal vez por curiosidad, tal vez como una forma de ganar algo de dinero, cayó en las “garras” de las salas de juego.

El doctor Javier Didia Attas*, psiquiatra y especialista en trastornos adictivos, no dudó en afirmar que estamos frente a una enfermedad: “La adicción al juego es una patología”.

“El individuo que compra una ilusión ‘vuela’ -prosiguió-, pero el problema es que pierde el camino de vuelta: se va tan lejos que no puede volver. Así la fantasía se convierte en patología”.

Sin embargo, Didia Attas aclaró que no cualquiera puede convertirse en ludópata. “Se trata de un trastorno psiquiátrico. Es decir, hay una patología de base que los predispone a jugar y jugar, perdiendo bienes materiales y dedicando gran parte de su vida afectiva al juego. Los envuelve, los atrapa... Y esto encaja con un trastorno de personalidad”, señaló.

La sociedad, la aliada
Actualmente, la oferta de casinos, bingos, máquinas tragamonedas y lotería se multiplicó a niveles alarmantes. “Antes, sólo existía el (Casino) de Mar del Plata, e ir allí era una aventura. Eran pocos los que se endeudaban”, expresó el profesional.

Sin embargo, hoy los juegos de azar están al alcance de las manos para todos, incentivando a aquellos que tienen una personalidad que los predispone a caer en este mal. “La sociedad no ayuda”, afirmó Didia Attas, “no hay alarma sobre esto. Recién ahora está siendo vista esta situación como un problema serio”.

¿Soy un adicto al juego?
El especialista señaló que, por lo general, a la familia del ludópata le cuesta entender que se trata de una persona enferma, que sólo se puede curar con la ayuda de la psiquiatría.

Ahora bien, ¿cómo nos damos cuenta de si alguien cercano padece este mal? El espacialista marcó varias características que nos pueden ayudar a reconocerlo: paulatino deterioro sociolaboral (problemas con la pareja, la familia, los amigos, ausentismo del trabajo), falta de dinero en la casa, estado de preocupación constante, irritabilidad o depresión.

Por otra parte, si una persona cree que puede estar padeciendo esta patología, no tiene más que buscar en su vida la presencia de los siguientes síntomas:

Preocupación permanente por el juego; apuesta cada vez más dinero; siempre trata de recuperar lo que perdió volviendo a jugar; va al bingo o al casino cuando se siente deprimido o ansioso; ha intentado varias veces dejar de realizar esta actividad y nunca lo logró; miente y oculta su compulsión; tiene certeza que los demás lo van a ayudar en una situación desesperada de falta de dinero; ve deterioradas sus relaciones laborales y sociales; se siente estresado, con dolores estomacales, insomnio y cefaleas; y comete delitos leves para obtener dinero para jugar.

“Generalmente, los jugadores compulsivos llegan a la consulta cuando ya ocurrió alguna catástrofe: si recibió un mensaje mafioso porque debe dinero, si dejó de pagar cuentas importantes, como la luz o el colegio de los chicos, por lo cual la familia lo echó de la casa, etcétera”, afirmó Didia Attas.

Sin embargo, no hay que confundir: no todos los jugadores son iguales. “Es como el bebedor social –afirmó Didia Attas-. No es lo mismo tomar una copa los fines de semana o con amigos que ser un bebedor compulsivo. En ambos casos (el adicto a la bebida y el ludópata) hay una dependencia de la periodicidad”.

Curarse es posible
Para el especialista, “la curación es el propio tratamiento”. Aconseja la prevención de esta enfermedad antes de que se convierta en adicción. Para ello, “debe intervenir un profesional que detecte la patología de base y la trate”.

Didia Attas afirma que existen tratamientos muy efectivos, pero que siempre está la posibilidad de recaída. “Por eso –recalcó- sólo en manos de un psiquiatra se puede lograr la verdadera curación”.

* El Dr. Javier Didia Attas es médico psiquiatra, presidente del III Congreso Iberoamericano de Trastornos Adictivos que se desarrollará en abril.

Publicado en "Infobae" (Argentina)

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