La verdad sobre las dietas desintoxicantes

Después de un fin de semana o de unas vacaciones donde se comió en exceso o alimentos a los cuales no se está acostumbrado, se recurre muchas veces a las llamadas “dietas desintoxicantes”. Lamento decirles que las mismas son, una vez más, un mito.

Desintoxicante es una palabra que resuena en las mentes de aquellas personas que están acostumbradas a “hacer dieta”. La idea detrás de este tipo de regímenes es que necesitamos, periódicamente, eliminar los tóxicos de nuestro organismo con el fin de mantenernos saludables. En general, estamos tentados a seguir este tipo de alimentación luego de un periodo de comer en exceso como son las fiestas o las vacaciones.

Ellas nos prometen un rápido descenso de peso, una mejora en la digestión, mejoras en la piel, pelo y uñas, optimización de los niveles de energía, fortalecimiento del sistema inmune y el milagro... disminución de la celulitis! Las mismas pueden durar 1 día hasta 1 mes incluyendo:

* Períodos cortos de ayuno
* Eliminación de las harinas, carnes, lácteos y/o almidones
* Consumo exclusivo de verduras y frutas
* Selección muy limitada de ciertos grupos de alimentos
* Eliminación de la cafeína, alcohol y gaseosas

La verdad es que nuestro cuerpo está constantemente “desintoxicándose”, es decir, filtrando, metabolizando y eliminando toxinas y productos de desecho como medicaciones, alcohol, productos resultados del metabolismo y digestión, productos químicos resultados de la polución a la que estamos expuestos, y bacterias. Esto es posible gracias a la funciones que ocurren en el hígado, los riñones, la piel, los pulmones e incluso los intestinos. Si se tiene un estilo de vida y alimentación saludable, estaremos aliviando su trabajo y no se necesitan de este tipo de dietas.

Las verduras y frutas son ricas en agua, fibras, vitaminas, minerales y antioxidantes. Sustancias que participan todas en las tareas de desintoxicación del organismo. De ahí la importancia de su consumo, siendo su recomendación de 5 porciones al día como mínimo.

La verdad sobre los ayunos
Cuando nos sometemos a un ayuno, estamos limitando la ingesta de energía así como también de nutrientes vitales para nuestra salud y bienestar. Por este motivo, se puede llegar a experimentar sensación de cansancio, debilidad, fatiga e incluso mareos, con un menor rendimiento a la hora de hacer ejercicio.

Puede ocurrir un descenso de peso, pero a costas de agua y glucógeno (es la manera que el organismo almacena los glúcidos) y NO de grasas! Además, cuando el ingreso de calorías es muy bajo, el cuerpo pone en marcha un mecanismo de defensa por el cual el metabolismo se hace más lento, gastando menos calorías. Por eso, cuando se vuelve a los viejos hábitos alimentarios, lo más probable es que se recupere el peso perdido.

Lo ideal es tener una alimentación balanceada y variada incluyendo al menos 5 porciones entre frutas y verduras, cereales integrales, carnes (vaca, pollo, pescados) magras y lácteos descremados, limitando el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares así como también de cafeína.

Una vez más, las dietas desintoxicantes son resultados del marketing más que de conocimientos nutricionales concretos. Lo que prometen suena muy bien,¡y serían geniales si realmente funcionaran así como se venden! Lo único positivo de las mismas es que fomentan el consumo de verduras y frutas.

Publicado en "Infobae" (Argentina)

Google